K E T H Y
C.
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Déjame llorar por tu ausencia,
déjame llorar por tu amor que se fue;
deja que mi llanto borre tu presencia
aunque para ello me arranque la piel.
Deja que mi herida sangre por tu olvido,
permite a mi orgullo gritar de dolor;
si acaso fue cierto que tú me has querido
ya no lo menciones, calla por favor.
Tengo en la garganta tu nombre metido
y llevo en mis recuerdos tus besos de ayer;
pregunto en silencio cómo te he perdido
sabiendo mi vida que no has de volver.
Deja que tu risa se una a mi llanto,
déjame reir en tu voz,
si así enloquecieron los que amaron tanto,
hasta en la locura te he querido yo.
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