Estás como ausente, tu rostro es sombrío;
¿Qué hay en tu mente compañero mío?
¿O acaso te asusta que ya no depare
que has cruzado a un mundo lleno de pesares?.

Allá, donde mueren de frío los rosales
y crecen sólo espinos que rasgan tu carne,
allá; donde la brisa se mezcla con el llanto,
donde nace el espanto que te vuelve cobarde

Cual música siniestra que siembra en tus albores,
las horas de dolores que empiezan a nacer
y rugen en tus sienes mil fieras escondidas
y sientes que la vida, murió con el ayer.

Son los malditos celos que cierran tu garganta,
como una fiel venganza por lo que yo sufrí.
¿Qué tal se vive amor en ese negro infierno?
¿Qué sientes en lo interno que yo ya no sentí?

Tiembla, suplica y pide porque mi amor persista,
porque en mi alma aún exista el rescoldo de tu amor;
allá, en ese mundo de negra desconfianza,
escucharás tan sólo, las voces de tu orgullo,
se agitará tu pecho con la desesperanza
y soledad amarga, tendrás en torno tuyo.

Y cuando estés sintiendo que el mundo se te achica,
si acaso fuí la flor que perfumó tus noches,
que sin ningún reproche llenaba tu alegría,
verás que sólo escombros, quedan del alma mía.