El sollozo de una flor

Sabor de amanece
Reflexiones II

Qué nombre yo le diera
a aquel que corta una rosa
aún sin florecer
y quiere hacerla crecer
sin más que un pobre cariño,
que tiene sueños de hombre
y nada de madurez;
que en su burdo recorrer,
la asfixia con su calor,
bebiendo en ella sus ansias,
quitándole su esplendor.

Qué lejos y solo estaba
confundido en su dolor
y quiso mostrarle al mundo
que él también tenía una flor.
Pobre rosa que no vió
nunca la primavera,

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que ni su voz lastimera
el viento escuchó;
pusieron en su tallo
la cinta que quisieron,
dejando en cada pétalo
las penas por color.
¿Dónde estaban las cigarras
que no cantaron entonces?
¿Dónde estaban las espinas
que protegen a la flor?
Sólo el tiempo fue testigo
de su desesperación
la escuchó gemir mil veces
contempló su frustración.
Qué rosa tan inocente
que el cruel destino cegó;
y perdonen que solloce
pues esa rosa fui yo.

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Kethy Castedo Z.---Poesías---Regresa