Abrázame...
y funde nuestros cuerpos
navegando en el río del amor.
Abrázame, para que no me pierda en la noche,
para que no me pierda en la nada,
para que nunca amanezca,
para quedarme en el tiempo
sintiendo tan sólo tu calor.
Abrázame en silencio,
y deja que tus labios
encuentren en mi boca
la fuente inagotable del placer;
que tiembles por mi angustia,
que sangres por mis venas,
que vivas la condena
que entrega mi querer.

Abrázame fuerte...
para que mi alma se arrulle entre tus brazos,
para aferrarme a tu ser,
para buscar la calma,
para ahuyentar el fantasma del temor
del dolor que dejan los fracasos.