Es tu amor una cárcel en mi libertad.
donde tus besos solazan mi alma inexplicablemente,
aún en la pena de mi soledad.

es tu boca la fuente de aliento que inspira mi alma
trayendo consigo la anhelante fuerza
de que nuestros sueños se hagan realidad.
Sueños tortuosos, fantasiosos y egoístas,
pero humanos al fin en la inocencia
somos libres de soñar.

Es mi pecho la fuente que recibe tu llanto
en agonizante plegaria
para convertirlo en risa;
y mi vientre, la cuna que entibia tu cuerpo
cuando tienes frío, cuando estás ausente,
cuando tienes miedo de nuestra verdad.

¡NO!, no es tu amor, ni es mi pecho,
no es tu boca ni mi vientre
lo que nos marca el vivir...

es nuestra unión insolente
que reabre las heridas
de un pasado nebuloso,
es la música que viene
de un arrastrar de cadenas
sin eslabones de olvido,
es ofrecer con ternura,
arrancando con las manos
de entre candentes cenizas,
lo poco que haya quedado
de los escombros de ayer.