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Morir significa
jamás volver a sonreír,
y a veces,
cuando todo es sombras,
cuando todo es gris,
morir significa
dejar de sufrir.
Dulzura de mi alma,
pedazo de mi amor;
no sé lo que siento,
no puedo expresarme
pero me domina
un amargo dolor.
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Tu blanca pureza,
tu tibia sonrisa;
mi tierno pedazo
de vivo color,
yo sentiré siempre
arrullando en mis brazos
a un niño cualquiera
tu tibio calor.
¿Para qué llorar
gritando mi pena
si tu alma tranquila
no supo llorar?;
para que no sepa
el mundo mi sufrir,
sonriendo por ti
volveré a vivir.
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