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ADRIANA...
Tu nombre es hermoso y dulce tu voz,
tus rubios cabellos semejan al sol,
frescura de rocío da el brillo de tus ojos
y suavidad de seda tus manos al tocar.
¡Que mil violines canten gritando tu hermosura!
sencillez de brisa, altivez de diosa
eres la fresca rosa que a mi alma perfumó.

¿Qué pueden tener los montes, los cielos
y los mares que no lo tengas tú?
Si eres el sol que entibia mi mundo de esperanza,
eres la luz que ahuyenta de mí la oscuridad,
eres compañera aún en la distancia
y dulce consuelo en mi soledad.

En tus ojos, remanso de ternura,
me sumerjo para buscar mis sueños del ayer,
para reencontrarme a través del tiempo
para ver dónde fue que me hice mujer;
mujer para en engendrarte, mujer para quererte,
para pintar en tí alas de mariposa
con colores de alegría, para enseñarte a volar.

Y te idealizo en el futuro,
te forjo en mi ambición;
cierro los ojos y juego imaginariamente
a moldear no sólo tu alma,
también tu corazón.

Ya el tiempo implacable
pondrá nieve en mis cabellos
y cerraré los ojos buscando el dulce sueño,
será entonces tu regazo el jardín de bellas flores
donde lejos de temores podré descansar en paz.

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Kethy Castedo Z.---Poesías ---REGRESA